Lucas
fue corriendo a buscar a Andrés a su casa. Allí estaba cenando con su esposa.
Lucas
había visto a Sara, Valeria, Diego y Doris encerrados en el granero que estaba
atrás de a casa de Jacinto Lamas. El no dejaba entrar a nadie ahí. Era un
hombre más que sospechoso y la gente desconfiaba de él porque lo habían visto
merodeando por la casa de los chicos. Hacía tres días que habían desaparecido.
A
los chicos los encontraron, pero no del todo bien, porque nunca comieron desde
el día que los habían encerrado. A pesar de todo, el sospechoso Jacinto no
tenía nada que ver con el caso, el que en realidad fue todavía sigue suelto.
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