Yo
estaba en la fiesta, pero por supuesto no vi nada. Pero escuche tacones de
dama, al regresar la luz, salimos del salón, con mi amiga Julia, escuchamos los
mismos tacones de dama, pero con un tono más fuerte, al volver al salón, vimos
en el suelo una perla blanca.
Fuimos
a ver a las mujeres que tenían vestidos lujosos, pero no encontramos nada.
Desesperadas,
fuimos al baño y estaba la esposa del intendente, llorando, le dijimos que le
pasaba y nos dijo:
-Perdone
por lo que hice, lo hice por celos.
-Fuimos
hacia el intendente y le contamos el problema, la dama hablo con el intendente,
Pero no hubo solución, se terminaron separando.
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