jueves, 13 de diciembre de 2012

Los Mejores Vecinos




 Lucas fue corriendo a buscar a Andrés a su casa. Allí estaba cenando con su esposa.
Lucas había visto a Sara, Valeria, Diego y Doris encerrados en el granero. El granero estaba atrás de la casa de Jacinto Lamas. El no dejaba entrar a nadie allí. Era un hombre más que sospechoso y la gente desconfiaba de el porque lo habían visto merodeando por la casa de los chicos. Hacía tres días que habían desaparecido resulta que era una apuesta que Jacinto había perdido con su mejor amigo. Se hicieron amigos con los chicos y se visitaban mutuamente.
Cono él no había tenido infancia jugo con los chicos y fueron los mejores vecinos del mundo.

Autores: Ulises U. Ona L.A.

Las joyas X



Durante una fiesta se cortó la luz, pero volvió en cinco minutos.
 Una señora comenzó a gritar porque había desaparecido su collar de brillantes. Todos los invitados fueron revisados, pero el collar no apareció.
 Los custodios del lugar aseguran que nadie salió del salón en ese tiempo.
Cuando llego el detective, investigo el lugar de los hechos y encontró lápiz labial en el lugar donde la señora grito que le habían robado el collar y de ahí sus primero sospechosos serian mujeres y más aun los que usan color rojo carmín. Recogiendo información se dio cuenta que las únicas mujeres que usaban ese color usan solamente dos la dueña del collar y su hija ; las llevo a un cuarto, rezo a la dueña y no encontró nada y luego a su hermosa hija que llevaba un hermoso vestido rojo cartera del mismo color y unas botas. Le pidió que le prestara la cartera para revisarla y no encontró nada, le pidió disculpas por la molestia, pero cuando se iba se dio cuenta que caminaba renga con la bota izquierda. En ese momento, se dio cuenta que el collar estaba oculto en su bota izquierda

Autores: Ulises U. Ona L.A.

Jacinto Lamas IX




Lucas fue corriendo a buscar a  Andrés a su casa.
 Allí estaba cenando con su esposa.
Lucas había visto a Sara, Valeria, Diego y Doris encerrados en un granjero, que estaba a tras de la casa de Jacinto Lamas. El no dejaba entrar a nadie ahí. Era un hombre más que sospechoso y la gente desconfiaba de el porque lo habían visto merodeando por la casa de los chicos. Hacía tres días que habían desaparecido.
Cinco días después encontraron a los chicos muertos en la casa de Jacinto. Él no estaba en su casa, lo buscaron por todo el barrio y no apareció. Luego de tres días, lo hallaron en la antigua casa de su madre. La policía lo arresto y el caso termino.

Noelia B.

Una extraña botella IX



Caso curioso.

Una extraña botella se encontró flotando en el Arroyo Napostá

Un grupo de chicos fueron al arroyo y encontraron una botella.


En día 20 de Abril en la calle Cuyo un grupo integrado por: Gabriel Pérez, Lucia Sánchez, Daniel García y Pablo Fabiani. Fueron al Arroyo porque se les había caído la pelota de fútbol, entonces vieron una botella y la agarraron, allí había un papel dentro de ella, decía “quien haya encontrado esta botella, tendrá un viaje a Paris”.
Para mi esta carta es un mensaje de esos chicos van a triunfar en Paris.

Noelia B.

Las joyas IX




Durante una fiesta se cortó la luz, pero volvió a los 5 minutos.
Una señora comenzó a gritar porque había desaparecido su collar de brillantes.
Todos los invitados fueron revisados, pero el collar no apareció.
Los custodios del lugar aseguran que nadie salió del salón en ese tiempo...
Yo el detective Paul me di cuenta que fue el DJ llamado Luis, porque era raro. Entonces estuve toda la fiesta vigilándolo.
El DJ tenía un amigo afuera, justo al lado de los cables de luz.
El plan era que le dé el aviso a su compañero para que corte los cables.
Luis en el momento que la luz estaba cortada le dijo a los invitados: “no se preocupen que es una falla técnica”. Y después le robo el collar a la señora.
Luis y su amigo necesitaban la plata para comprar un equipo nuevo.

Noelia B.

La Muerte X




La automovilista (negro el vestido, negro el pelo, negro los ojos pero con la cara tan pálida que a pesar del mediodía parecía que en su tez se hubiese detenido un relámpago) vio en el camino una muchacha que hacia señas para que parara. Paro
-¿Me llevas? Hasta el pueblo nomás- dijo la muchacha.
- Sube- dijo la automovilista. Y el auto arranco a toda velocidad por el camino que bordeaba la montaña.
-Muchas gracias- dijo la muchacha con un gracioso mohín- pero ¿no tienes medido de levantar por el camino a personas desconocidas?
- No, no tengo miedo.
- ¿No? Permíteme presentarme – dijo entonces la muchacha, que tenía los ojos grandes, límpidos, imaginativos y enseguida, conteniendo la risa, fingió una voz cavernosa. - Soy la Muerte, la
M-u-e-r-t-e.
La automovilista sonrió misteriosamente.
 En la próxima curva el auto se desbarrancó. La muchacha quedo muerta entre las piedras. La automovilista siguió a pie y al llegar a un cactus desapareció.
 Al día siguiente una chica que le gustaban las plantas en especial las que tienen pinches, paso por donde estaba el cactus y le tomo una foto. Cuando llego a su casa, miro la foto y vio que la muerte estaba al lado de la planta.
Asustada volvió al mismo lugar. Observo unos 5 minutos y de pronto sintió un aliento cerca de su nuca, se dio vuelta y unas manos oscuras la ahorco.
Se dice que en ese cactus anda rondando el espíritu de la muchacha.

Noelia

La Muerte IX




 La automovilista (negro el vestido, negro el pelo, negro los ojos pero con la cara tan pálida que a pesar del mediodía parecía que en su tez se hubiese detenido un relámpago) vio en el camino a una muchacha que hacia señas para que parara. Paró.
-¿Me llevas? Hasta el pueblo no más- dijo la muchacha
-Sube- dijo la automovilista. Y el auto arrancó a toda velocidad por el camino que bordeaba la montaña.
-Muchas gracias-dijo la muchacha con un gracioso mohin- Pero ¿no tienes miedo de levantar por el camino a personas desconocidas? Podrían hacerte daño. ¡Esto esta tan desierto!
-No, no tengo miedo.
-¿Y si levantara a alguien que te atraca?
-No tengo miedo.
-¿y si te matan?
-No tengo miedo.
-¿No? Permitirme presentarme-dijo entonces la muchacha, que tenía los ojos grandes, limpios, imaginativo y enseguida, contenido la risa, fingió cavernosa-. Soy la Muerte, la M-U-E-R-T-E.
 La automovilista sonrió misteriosamente.
 En la próxima curva el auto se desabarrancó. La muchacha quedo muerta entre las piernas.
 La automovilista siguió a pie y al llegar a un cactus desapareció. Y regreso a su tumba, y cada cinco años vuelve hacer lo mismo.

Autores: Karen F. y Ezequiel S.